Esto sucedió en la primavera de 2004, San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Se trata de un joven estudiante de Secundaria que contrajo una salmonelosis. Sus padres, indígenas Tzeltales 100%, no hablan el Español y son muy aferrados a sus costumbres, este muchacho estaba tan delicado que tuvieron necesidad de llevarlo al hospital de San Cristóbal para su atención. Los médicos informaron que se encontraba muy delicado ya que la enfermedad tenía un avance considerable y había necesidad de intervenirlo, porque los intestinos estaban perforados. Ante tal circunstancia, los directivos de su escuela nos dimos a la tarea de buscar ayuda, porque era urgente obtener cuatro unidades de sangre para la operación. Aquí empezó el calvario, ya que no había donadores, tampoco dinero para comprar la sangre, porque acudimos a pedir ayuda a las distintas corporaciones policiacas, sin resultado; con su familia tampoco, ya que, según sus costumbres, no pueden donar sangre porque lo tienen prohibido, "se va su espíritu al donar su sangre", de tal modo que tuvimos que salir a la calle, donde encontramos a un joven costeño que amablemente donó una unidad y lo demás lo conseguimos con la cooperación de maestros y otras personas altruistas. El joven salvó su vida, pero lo que no concebimos es que dichas creencias aún son obstáculo para llevar salud a los pueblos indígenas.
Debemos penetrar en la conciencia de aquellas personas para que acepten los beneficios de la civilización y logremos que tengan una mejor forma de vivir para esa región.


