martes, 28 de septiembre de 2010

UN ZOO MUY ESPECIAL

LO QUE VOY A RELATAR SUCEDIO, COMO SUELE DECIRSE EN LOS CLASICOS CUENTOS,

Había una vez...

En este lugar compartían, de manera muy distinta, una gran variedad de especies, los había felinos, roedores, aves, etc.

Todos muy emocionados tenían horario para realizar sus diferentes actividades, muy temprano salían a cumplir con la misión de educarse:

La zorra, gritaba muy temprano, avisándole al mapache que había que apurarse porque se quedarían fuera si no se levantaban luego; también corría el conejo para llegar antes que el tlacuache a ocupar un lugar privilegiado; no podía faltar la burra que rebuznaba por no querer levantarse temprano; era el momento de que la mona saltara para alcanzar a los demás; un caballo corría porque se había levantado más tarde; ahí puntuales todos ingresaban a las aulas para adquirir las sabias enseñanzas de Carlota, también estaba muy serio el severo Chávez, el estimado Parrita, como siempre sonriente, ya no digamos Barba Roja, que siempre hablaba de la historia.

Dentro del salón no podían faltar las bromas del "ruco", quien le hacia la vida imposible al "garabato", acompañando a "tsekub".

Quien olvida las bromas del "caramelo", a medio mundo, como por ejemplo los cigarros de papel al "morrudo".

Uno de los que salía corriendo, porque le ganaba la ecónoma, era el "goodrich", quien tenía que estar en la cocina junto a la "Meche", para la hora de los alimentos, era curioso ver al "pato" llegar al comedor antes que todos. Quiero comentar que a ese lugar ingresaban "changas" colgadas de rama en rama, "monos" rascándose y balanceándose, caballos a todo galope, toros locos por entrar, un " cebú" muy ufano, moscos infaltables, abejorros, todos con hambre canino.
No puedo eludir la mención del pifas, quien estaba al tanto de la lechita y los huevos para su banda, así también los meseros que cumplían fielmente su cometido.
Algo que llamaba la atención era el anuncio de una pelea clásica: un percherón vs un viejo, volaban los golpes que resonaban en el cuerpo de cada gladiador, sin embargo nadie se quejaba y mucho menos delataba.
La "paloma" volaba para avisar que estaba todo en calma, mientras tanto los mirones gritaban de gusto por la emocionante pelea.

por hoy, aqui lo dejamos, continuará...

No hay comentarios: